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ENTREVISTA: Mario Picazo

-¿Qué tal lleva su aventura en el Caribe?

-Bien, pero cansado porque nos levantamos a las cinco de la mañana, vamos con el horario de la luz. Estoy muy arropado porque hay 120 personas trabajando para que esto salga adelante.

-Es que no es lo mismo ver "Supervivientes" en el salón de casa que seguirlo desde el terreno.

-No soy un fan de estos espacios. Lo había visto algunas veces cuando los concursantes no eran famosos y las pruebas eran más exigentes y rígidas. Con personas anónimas, todo es más auténtico. Nosotros estamos en un hotel, comemos bien, pero todos los días nos tenemos que desplazar a los cayos en barco y el mar está bastante revuelto. Y en lo personal, aunque hay buen ambiente y estoy integrado, pues el estar lejos de casa...Pero estoy mejor de lo que me esperaba.

-Aunque lleva poco tiempo con sus "supervivientes" ¿cómo los ve?

-En las pruebas de recompensa me he dado cuenta que son como niños, no te hacen caso, no paran de hablar. Ahora ya estoy más metido en mi papel.

-¿Y cuál es su papel?

-Intento hacer mi trabajo de manera rigurosa. Soy el árbitro de las pruebas, soy cordial porque soy una persona sociable. No soy el malo de las película. Estoy encantado con dar pinceladas del tiempo, los bichos, la naturaleza...Las polémicas y habladurías entre concursantes no me gustan. No entro en los asuntos personales. Si cuento cuando alguno de ellos tiene un problema de salud, pero cuando veo las imágenes de las peleas...Es lo que tiene convivir en situaciones extremas.

-¿Ha pensado ya en un potencial ganador?

-Es muy pronto para hacer quinielas. Todos están viviendo cosas únicas, especiales. A Nilo Manrique es al que veo más Tarzán, ha pasado por una etapa dura en el islote, pero es el que mejor se ha adaptado al entorno porque lo conoce. Está más preparado para el mar que Juanito.

-Y psicológicamente ¿quién es el más fuerte?

-Es difícil contestar porque todos en algún momento se pueden desmoronar.

-No me ha dicho nada de las chicas.

-Las veo un poco... A la que mejor veo es a Raquel Bollo. Está muy tranquilita.

-Siempre dice que lo que hay que hacer es transmitir, da igual que sea prediciendo el tiempo que hablando de nominaciones o explicando pruebas.

-Cambia que ahora estoy en un espacio de larga duración. Hablar del tiempo siempre es muy reducido. He hecho algún temporal en directo, pero no es lo mismo. Aquí hago bastantes intervenciones, me tengo que salir del guión, improvisar. Pero es más fácil hacer un directo en exteriores que en plató. Tengo más soltura en un entorno natural que encajado en un estudio.

-A muchos les ha sorprendido su cambio de registro.

-Lo pensé bastante y a todos los que les consulte les pareció positivo, también a mi jefe, Pedro Piqueras. No entiendo que por estar en "Supervivientes" mi credibilidad como meteorólogo desaparezca porque, estoy haciendo un papel neutro.

-En Estados Unidos, donde usted nació, el trasvase de profesionales se ve con mucha naturalidad.

-Sí, pero aquí somos muy estrictos en esto. Nunca haría nada que distorsionase mi imagen. He hablado con otros meteorólogos y he encontrado apoyo.

-Cuando termine "Supervivientes" ¿qué planes tiene?

-Volver a los informativos, seguir con el tiempo. Me gustaría hacer programas relaciones con la naturaleza, el cambio climático, pero es difícil porque en Telecinco se apuesta más por el corazón y los realities.

-Ya que habla del "cuore" ¿qué sabía usted de los concursantes?

-Nada. Cuando me dijeron sus nombres, solo conocía a tres. El otro día estuve hablando con Ángela Bustillo, que se ha hecho conocida de la noche a la mañana por no haber sido Miss Cantabria. La fama es muy pasajera.

-¿Qué es lo que más le gusta del concurso?

-Pues como es algo nuevo, todos los días aprendo algo. No soy muy pro-reality, vi por curiosidad la primera edición de "Gran hermano". Dentro del género, "Supervivientes" me parece el más original, y engancha porque en Estados Unidos va por su 14 edición.

-Con todo lo que está pasando en el planeta ¿no echa de menos ser el hombre del tiempo?

-Sí. Pero sigo activo en lo mío. Me he traído el portátil y todos los días escribo una hora sobre el cambio climático, tema de mi próximo libro.

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